Zoo Aquarium de Madrid comienza la Semana Santa con el nacimiento de una jirafa

La pasada noche, Tatú daba a luz una cría en un parto breve, en presencia de sus cuidadores. Todo el que se acerque al Zoo podrá ver a la madre y a la cría en el dormitorio interior durante la Semana Santa hasta que la cría adquiera la estabilidad suficiente para unirse al resto del grupo en la pradera africana.

Ayer, pasadas las cinco de la tarde, Tatú, una de las dos hembras de jirafa de Rothschild de Zoo Aquarium de Madrid mostraba los primeros síntomas de un parto inminente. Algo más inquieta y con las primeras contracciones, después de 14 meses de gestación, sus cuidadores se preparaban para el nacimiento de una jirafa, tras la última cría de Tatú nacida hace ahora dos años.

Apenas dos horas después, se apreciaban las pezuñas de la cría y una hora más tarde, asomaba la cabeza y sus patas delanteras, rompiéndose el saco que protege a la cría preparándose para la caída de metro y medio que se produce en el momento del alumbramiento. Transcurridos unos minutos, el pequeño tomaba fuerzas para incorporarse y sentarse mientras su madre y Mica, la otra hembra adulta, le lamían sin perderle de vista ni un instante. Más tarde, la cría se ponía de pie con torpeza preparándose para dar sus primeros pasos y comenzar a mamar.

Según el equipo veterinario, la jirafa es un macho que pesa alrededor de unos 60 kilos y mide unos 170 centímetros aunque, en su primer año de vida, aumentará más de un metro de altura hasta alcanzar, en su edad adulta, los 1400 kilos y 6 metros.

Después del nacimiento de su primera cría Jabulani, un macho con el que su hermano se llevará justo ahora dos años, la experiencia de la mamá jirafa ha sido evidente desde el primer momento, ayudando al pequeño a levantarse para tomar el primer calostro, vital en las primeras horas de vida. La leche materna es muy nutritiva y será su alimento principal hasta que cumpla su primer año aunque, a partir de los dos meses, ya la complementará con las hierbas y las hojas de los árboles.

Este nacimiento se produce dentro del Programa Europeo de Cría y Conservación de esta especie (EEP) en el que participa Zoo de Madrid, una especie en peligro de la que se estima una población actual de 1.100 ejemplares.

Hasta que la cría adquiera la estabilidad y agilidad necesarias, permanecerá junto a su madre en la instalación interior donde el público podrá verlas durante esta Semana Santa. Está previsto que ambas salgan a la pradera exterior pasada una semana, aproximadamente, para unirse al resto del grupo. Como especie dominante en la pradera africana del Zoo, la presencia del nuevo habitante será respetada por cebras, ñúes, avestruces, sitatungas, gacelas dorcas y dromedario.