El peligro de las carreteras

Compartimos con vosotros un nuevo consejo de #12mesesvolando elaborado por Brinzal. Este mes, nos explican cómo debemos actuar para evitar que las rapaces nocturnas mueran atropelladas en la carretera.

Las rapaces nocturnas son especialmente proclives a ser atropelladas en carretera. Su vuelo bajo, así como su costumbre de usar las señales de tráfico y postes telefónicos como atalayas desde las que cazar motivan que cientos de ejemplares –fundamentalmente juveniles- mueran cada año en las carreteras. El otoño es la época en la que se produce una mayor mortalidad.

Entre las rapaces nocturnas, Mochuelos Europeos Athene noctua y Lechuzas Comunes Tyto alba, son las especies más afectadas. Otras aves nocturnas como los chotacabras, parientes de búhos y lechuzas, también mueren frecuentemente atropellados, pues tienen la costumbre de posarse en carreteras y caminos.

Podemos llevar a cabo algunas acciones para disminuir estas muertes:

  1. No arrojar nunca basura en los arcenes (ni en otros lugares, por supuesto). Las basuras hacen que lo roedores se acerquen a las carreteras, y detrás de los roedores… ¡siempre andan las rapaces nocturnas!
  2. Durante la noche, circula con precaución y a velocidad adecuada por carreteras comarcales, especialmente si no disponen de alumbrado. En este tipo de carreteras, las rapaces nocturnas quedan cegadas por los faros de los coches y no pueden reaccionar.
  3. Si ves algún ejemplar posado en la carretera o volando hacia ella, toca el claxon antes de que os crucéis. Frecuentemente se asustan y huyen.
  4. Si tienes la mala fortuna de atropellar alguna, o la encuentras en la carretera, ayúdala: recógela (recuerda parar el coche en sitio seguro, y hacerte visible mediante un chaleco reflectante) y contacta con Brinzal para que podamos devolverla a la naturaleza.

Foto principal: Un chotacabras cuellirrojo, víctima frecuente de los atropellos. Imagen de Brinzal